[HNA] Declaracion Final del ALBA - 12/14/09

Sergio Reyes sreyes1 at yahoo.com
Tue Dec 15 20:13:31 PST 2009


Declaración Final de la VIII Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba)

Alba condenó enérgicamente ofensiva política y militar de EEUU contra Latinoamérica

 En
la Declaración Final de la VIII Cumbre de la Alianza Bolivariana para
los Pueblos de Nuestra América (Alba) los países miembros de este
bloque condenaron, en los términos más enérgicos, la ofensiva política
y militar de Estados Unidos (EEUU) contra la región de América Latina y
el Caribe, manifestada por los acuerdos promovidos con naciones de la
zona para el establecimiento de bases militares.

 
El
documento fue suscrito por los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez;
de Cuba, Raúl Castro; de Bolivia, Evo Morales, y de Nicaragua, Daniel
Ortega; por los cancilleres de Ecuador, Fander Falconí, y del depuesto
gobierno de Honduras, Patricia Rodas, así como por representantes de
tres países caribeños.

A continuación, se publica de manera íntegra la Declaración Final del Alba:

Los
jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros de la Alianza
Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América -Tratado de Comercio de
los Pueblos (Alba-TCP), reunidos en La Habana, Cuba, el 13 y 14 de
diciembre de 2009, en ocasión del quinto aniversario de la firma de la
Declaración Conjunta el 14 de diciembre de 2004;

 
Reconocieron
con satisfacción el avance incuestionable del Alba-TCP en sus primeros
cinco años de existencia y su efectiva confirmación como alianza
política, económica y social en defensa de la soberanía, la
autodeterminación, la identidad y la unidad de los pueblos de
Latinoamérica y el Caribe.

 
Ratificaron
los principios fundacionales del Alba-TCP y los pronunciamientos
públicos emitidos en las reuniones cumbres y otros encuentros
celebrados durante sus cinco años de labor exitosa.

 
Destacaron
los resultados alcanzados con los proyectos ya instrumentados o en
proceso de ejecución a favor del desarrollo social, de la formación de
recursos humanos, de la alfabetización y la postalfabetización, de la
prestación de servicios de salud, de la creación de infraestructura
productiva, de mayor interconectividad, de complementación productiva,
de fomento a la producción de alimentos, de formación de capital para
proyectos de inversión, así como el impacto sostenido de estos
resultados a favor de la justicia y una mejor distribución de la
riqueza para lograr mayor desarrollo y participación de los pueblos, y
para eliminar la marginalidad, integrando a las poblaciones
latinoamericanas y caribeñas, incluidas las poblaciones originarias y
aquellas tradicionalmente discriminadas o desfavorecidas.

 
Subrayaron
el importante aporte para el acervo político y cultural de toda la
región que significa la aplicación práctica de los principios de
cooperación, solidaridad, justicia social y complementariedad económica
sobre los que se sustenta la integración en el Alba-TCP.

 
Resaltaron
que las culturas de los pueblos latinoamericanos y caribeños
constituyen una de las fortalezas más preciadas para preservar y
afianzar sus identidades frente a los procesos globalizadores de
carácter hegemónico.

 
Reiteraron
su decisión de consolidar la capacidad de concertación política
alcanzada por el Alba-TCP para atender temas de alcance regional o
global, como lo demuestra la actuación exitosa en diferentes organismos
multilaterales dirigida a la construcción de un mundo más justo y
solidario, y como proceso histórico de lucha por la dignidad y
soberanía de nuestros pueblos.

 
Expresaron
su satisfacción por los resultados de la VII Cumbre Extraordinaria
celebrada en Cochabamba, Estado Plurinacional de Bolivia, los días 16 y
17 de octubre de 2009, la cual constituyó un importante paso de avance
en la consolidación del Alba-TCP, de sus potencialidades de integración
económica y social, y de sus capacidades de concertación política.

 
Destacaron
el creciente papel que hoy representan los movimientos sociales en
nuestra región, tanto en apoyo de los procesos populares y nacionales
que se llevan adelante en los países miembros del Alba- TCP como en la
resistencia a la ofensiva de las fuerzas de derecha encabezadas por
Estados Unidos de América en el continente.

 
Saludaron
la contundente victoria electoral del presidente Evo Morales en
Bolivia, expresión del respaldo de nuestros pueblos a los procesos
progresistas y de transformaciones sociales basados en la equidad, la
justicia social, la soberanía y la autodeterminación, principios que
guían la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América.

 
Igualmente
saludaron al pueblo uruguayo por el proceso electoral recientemente
celebrado en ese país, que dio la victoria a José 'Pepe' Mujica,
connotado luchador social popular, hecho que reafirma los avances de
los procesos de cambios progresistas en la región.

 
Ratificaron
la más firme condena al golpe de estado perpetrado en Honduras el 28 de
junio de 2009 y, en plena consecuencia con esa posición, condenaron
también el propósito de legitimar, por medio de las elecciones espurias
del 29 de noviembre, el golpe militar, el secuestro del Presidente, la
violación de la Constitución, el atropello del pueblo, la muerte,
detención arbitraria y desaparición de personas, y el régimen de facto
que usurpó el poder; y al respecto ratificaron que no reconocerán al
ilegítimo proceso electoral ni sus resultados, y que tomarán las
acciones que consideren pertinentes.

 
Expresaron
su más firme convicción de que el golpe militar en Honduras, perpetrado
con el apoyo de los Estados Unidos, ha tenido como propósito frenar el
avance de las fuerzas del progreso y de la justicia social en ese país
y en la región América Latina y el Caribe, y que constituye un ejemplo
manifiesto de que las nociones de democracia, derechos humanos y
respeto a la ley tienen para algunos gobiernos y sectores políticos de
la región un valor llanamente utilitario.

 
Llamaron
la atención a los gobiernos y pueblos de Latinoamérica y el Caribe
sobre el peligro que plantea el propósito de regresar a la región a la
época de los golpes de Estado, con el objetivo de ahogar nuevamente los
derechos de los pueblos y apuntalar los intereses de las fuerzas de la
reacción y del imperialismo.

 
Saludaron
la actitud de los países que mantienen una posición de rechazo al
régimen golpista e ilegítimo de Honduras, en particular aquellos que
han sido consecuentes con las posiciones adoptadas y reiteradas por el
Grupo de Río, y coherentes con el compromiso a favor de la democracia,
los derechos humanos y el respeto a la ley; en contra de los golpes de
estado, de los atropellos a los pueblos, del asesinato, de las
detenciones arbitrarias y de las desapariciones.

 
En
este contexto llamaron a los pueblos y gobiernos de América Latina y el
Caribe a impedir que los perpetradores del golpe militar del 28 de
junio del 2009 gocen de impunidad en sus países.

 
Expresaron su solidaridad y apoyo a la resistencia pacífica del pueblo hondureño y al Frente de Resistencia Nacional.

 
Respaldaron
el clamor popular a favor de un proceso político constituyente que
contribuya a la estabilidad, seguridad, progreso y democracia en el
país.

 
Reconocieron la actitud firme y valiente del presidente Manuel Zelaya.
 
Subrayaron
la difícil situación humanitaria que enfrenta el pueblo hondureño,
exacerbada por el Golpe de Estado, y llamaron a la adopción de todas
las medidas posibles a fin de aliviar dicha situación, en plena
aplicación del principio de solidaridad que aúna a los países
integrantes del Alba-TCP.

 
Condenaron
en los términos más enérgicos la ofensiva política y militar de los
Estados Unidos sobre la región de América Latina y el Caribe,
manifestada fundamentalmente por los acuerdos promovidos con países de
la región para el establecimiento de bases militares.

 
Ratificaron
que América Latina y el Caribe debe ser una región libre de bases
militares extranjeras y reafirmaron que es inaceptable utilizar la
lucha contra el tráfico de drogas y el terrorismo internacional como
pretexto para el incremento de la presencia militar norteamericana en
la región, y que el verdadero objetivo de esta presencia es el control
de los recursos económicos, el dominio de los mercados y la lucha
contra los cambios sociales en curso por parte de los gobiernos y las
fuerzas progresistas.

 
Destacaron
que estos fines se evidencian en el documento de justificación del
financiamiento del proyecto de la Base Militar de Palanquero del
Departamento de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y el Documento
del Programa de Construcción Militar del Departamento de la Fuerza
Aérea de los Estados Unidos de mayo de 2009.

 
Reiteraron
lo establecido en la declaración de la VII Cumbre Alba-TCP en
Cochabamba, en octubre del 2009, que insta al gobierno de Colombia a
reconsiderar la instalación de bases militares establecidas en el
Acuerdo para la Cooperación y Asistencia Técnica en Defensa y Seguridad
con los EEUU.

 
Alertaron
que el establecimiento de tales bases militares, sumadas a las ya
existentes, constituye un peligro real para los países de la región y
la amenaza más grave a la paz, la seguridad y la estabilidad de América
Latina y el Caribe, a la par que representa un serio obstáculo para los
propósitos de integración de América Latina y el Caribe.

 
Respaldaron
el justo derecho de la República Bolivariana de Venezuela a poner en
alerta la defensa de su país frente al claro riesgo para su seguridad
nacional y para su pueblo como consecuencia del despliegue militar de
los Estados Unidos cerca de sus fronteras, a la vez que reclamaron la
solidaridad de los pueblos y gobiernos de la región para enfrentar tan
grave amenaza.

 
Abogaron
enérgicamente por el empleo de medios pacíficos, basados en el diálogo
y la negociación, para la solución de conflictos en nuestra región, sea
cual fuere su naturaleza, sin la presencia de entes extra - regionales,
y expresan su disposición a ejercer sus buenos oficios, en todos los
casos, para alcanzar dicho cometido.

 
Rechazaron
enérgicamente las declaraciones formuladas el 11 de diciembre de 2009
por la Secretaria de Estado de los Estados Unidos y reafirmaron el
derecho de los países de América Latina y el Caribe, en ejercicio de su
autodeterminación, a darse el sistema político, económico y social
decidido libremente por sus pueblos.

 
Rechazaron,
asimismo, las pretensiones del Gobierno de los Estados Unidos de
inmiscuirse en las decisiones soberanas de política exterior de los
países de Latinoamérica y el Caribe, como los vínculos de la región con
la República Islámica de Irán.

 
Reiteraron
con máxima firmeza que el ejercicio de la política exterior es un
derecho soberano de todos los Estados sobre la base del principio de
igualdad soberana contenido en la Carta de las Naciones Unidas y que el
Gobierno de los Estados Unidos transgrede ese principio con
declaraciones como la citada.

 
Reiteraron,
una vez más, su total rechazo al bloqueo económico, comercial y
financiero impuesto desde hace cinco décadas por el gobierno de los
Estados Unidos de América contra Cuba, reclamaron su cese inmediato y
reafirmaron su plena solidaridad con el pueblo y gobierno cubanos.

 
Condenaron
firmemente el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones y, en
ese contexto, demandaron la liberación inmediata e incondicional de los
cinco luchadores antiterroristas cubanos presos en cárceles de los
Estados Unidos por luchar contra ese flagelo, y como resultado de
juicios políticamente motivados, plagados de irregularidades procesales
y carentes de legitimidad.

 
Realizaron
un llamado urgente al Presidente de los Estados Unidos a que, en uso de
sus facultades constitucionales, libere de modo incondicional a los
Cinco Héroes y ponga fin a este acto de injusticia que ha sido
condenado por amplios sectores de la comunidad internacional.

 
Manifestaron
su decisión de promover acciones en el marco del Grupo de Río y de la
CALC para la conformación de una organización exclusivamente
latinoamericana y caribeña que contribuya de manera destacada a los
esfuerzos en pro de la integración y la unidad en la región.

 
Saludaron
la inclusión del punto Armonía con la Naturaleza en la agenda de la
Asamblea General de las Naciones Unidas, a la vez que reiteraron su
compromiso con la Declaración Universal de Derechos de la Madre Tierra
y con fijar los principios rectores para restablecer la armonía con la
naturaleza en el siglo XXI.

 
Ratificaron
su solidaridad con el propósito de revalorizar la práctica ancestral
del masticado de la hoja de coca, eliminar su prohibición en los
instrumentos internacionales y retirar a la hoja de coca de la lista 1
de la Convención sobre Estupefacientes de 1961.

 
Instaron
la designación urgente de dos delegados por cada país miembro a fin de
conformar de manera inmediata la Comisión Alba Bicentenario, antes de
enero de 2010, a fin de cumplir nuestro compromiso con la conmemoración
colectiva del Bicentenario del Inicio del proceso de independencias de
nuestra América.

 
Reiteran
la necesidad de que el Comité Ministerial de Defensa de la Naturaleza
elabore una agenda ambiental del Alba-TCP y avance en el desarrollo e
implementación de los derechos de la Madre Tierra.

 
14 de dic.
 
¡Volveremos y seremos millones!!


      
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