[HNA] La Farsa Continúa: ¡Congreso hondureño no decidirá hasta el 2 de diciembre!

[Sergio Reyes]

--- On Thu, 11/19/09, El Organizador <elorganizador at earthlink.net> wrote:


From: El Organizador <elorganizador at earthlink.net>
Subject: La Farsa Continúa : ¡Congreso hondureño no decidirá hasta el 2 de diciembre sobre posible restitución de Zelaya!
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Date: Thursday, November 19, 2009, 2:34 PM





San Francisco, California, a miércoles 18 de noviembre de 2009

Estimad at s compañer at s,


Nos enteramos ayer a través de artículos publicados en la prensa que el Congreso de Honduras se reunirá y decidirá sobre la restitución del derrocado presidente Manuel Zelaya el 2 de diciembre --es decir, tres días después de las elecciones presidenciales del 29 de noviembre.


Este anuncio fue hecho el 17 de noviembre por el presidente del Congreso Nacional José Alfredo Saavedra, inmediatamente después de la llegada a Tegucigalpa de Craig Kelly, Subsecretario de Estado de los Estados Unidos. Kelly regresó a Honduras, dijo, con el objetivo de "relanzar el Acuerdo Tegucigalpa/San José."


Saavedra dijo que el Congreso decidirá sobre la restitución de Zelaya después de conocer la opinión de la Corte Suprema de Justicia, el Ministerio Público, la Procuraduría General de la República y el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos -- todas ellas instituciones que apoyaron el golpe de Estado y respaldan al gobierno de facto.


Esto parecería ser una broma --pero no es una broma. Es una parodia de los principios más básicos de la democracia política. Y está sucediendo SOLAMENTE por el apoyo continuo del gobierno de los EE.UU. al régimen de facto de Roberto Micheletti. Sin este apoyo de los Estados Unidos, la dictadura de Goriletti/Pinocheletti --que cuenta con casi zero apoyo popular en su propio país-- no aguantaría ni un sólo día.


Al principio, el Presidente Barack Obama caracterizó el secuestro del 28 de junio y la transferencia del Presidente Zelaya a Costa Rica como un "golpe de Estado" y se comprometió a apoyar a Zelaya y exigir su restitución inmediata. Esta postura consecuente fue aplaudida ampliamente en todo el hemisferio.


Sin embargo, poco tiempo después de que Obama hiciera esta declaración, Hillary Clinton y el Departamento de Estado emitieron sus propias declaraciones rechazando la caracterización de "golpe de estado" y anunciando una serie de condiciones que Zelaya tendría que cumplir antes de que pudiera ser restituido en su cargo presidencial. Todas estas demandas violaban el derecho del pueblo hondureño a su auto-determinación.


Hillary Clinton colocó a los autores del golpe de estado y al presidente legítimo de Honduras en pie de igualdad y exigió que se formara un gobierno de "unidad nacional". Le exigió a Zelaya que abandonara el esfuerzo de convocar una Asamblea Nacional Constituyente (para reemplazar a la Constitución de 1982, la cual fue elaborada bajo la supervisión directa de la administración Reagan con el objetivo de mantener la oligarquía en el poder y convertir a Honduras en una base militar para controlar a toda la región centroamericana).


Zelaya aceptó las condiciones inaceptables de este Acuerdo de San José --un acuerdo que la prensa norteamericana reveló más tarde fue escrito en Washington y  luego enviado al presidente de Costa Rica, Oscar Arias, para que él lo hiciera público.


Asi comenzó el esfuerzo emprendido conjuntamente por el régimen de Honduras y el gobierno EE.UU. de llegar hasta las elecciones del 29 de noviembre --sin el retorno de Zelaya, si posible, o con un Zelaya totalmente maniatado. El objetivo era usar la "legitimidad de elecciones democráticas" para transferir el poder a un gobierno de continuidad con el golpismo. De esta forma se cerraría "tranquilamente" este capítulo de cinco meses de "inestabilidad política".


Pero hubo un pequeño problema que vino a estorbar este plan del gobierno golpista: El pueblo hondureño rechazó el golpe de estado y se opuso a todos los acuerdos que minaban la democracia y soberanía del pueblo hondureño. Pese a toda la represión y la falta de recursos económicos para sostener la lucha, el pueblo no pudo ser sometido a los planes del imperialismo norteamericano.


El Frente Nacional de Resistencia Contra el Golpe de Estado denunció el golpe de estado, exigió la restitución inmediata e incondicional de Zelaya, y se opuso públicamente al Acuerdo de San José desde sus inicios. Durante cinco meses, a pesar de los muertos, los heridos y el hambre, el pueblo hondureño --con el Frente Nacional de Resistencia y los sindicatos encabezando la lucha-- tomó las calles día tras día, semana tras semana, para exigir la democracia y la defensa de sus intereses.


Sobre todo, el pueblo hondureño y su dirección política --el Frente Nacional de Resistencia Contra el Golpe de Estado-- nunca abandonaron su llamado a una Asamblea Nacional Constituyente que afirmaría la soberanía del pueblo y de la nación hondureña sobre su territorio y sobre sus recursos, y que pondría fin a la subordinación de Honduras a los Estados Unidos a través del Acuerdo de Libre Comercio de Centroamérica (CAFTA) y del pacto militar que estableció una base norteamericana en Soto Cano (Palmerola).


Luego vino el gobierno norteamericano a echarle más sal a la herida. El 30 de octubre, el representante del Departamento de Estado de EE.UU., Thomas Shannon, negoció un acuerdo que fue aclamado en todo el mundo como un gran avance: Zelaya sería restituido a la presidencia antes del 5 de noviembre, Zelaya formaría un gobierno de reconciliación nacional con Micheletti, la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente sería abandonada, y las elecciones del 29 de noviembre seguirían adelante con el apoyo de todas las partes en disputa.


Pero incluso este acuerdo no pudo materializarse. A los pocos días de esta gran "victoria" diplomática, Shannon le dijo a CNN en Español que el gobierno de EE.UU. reconocería las elecciones del 29 de noviembre, incluso si Zelaya no fuera restituido antes de las elecciones. Esta declaración de Shannon puso fin a la farsa y al doble lenguaje de los últimos cinco meses. No podían haber mas dudas al respecto: El gobierno norteamericano apoya firmemente al gobierno de facto y a las elecciones fraudulentas que se preparan el 29 de noviembre.


La situación, por la tanto, se ha vuelto aún más peligrosa para todas aquellas personas en Honduras que resisten esta embestida. A la vez que se monta el dispositivo para realizar un segundo golpe de estado este 29 de noviembre, se incrementan las amenazas de mayor violencia contra el movimiento de resistencia y, sobre todo, contra su dirección.


Los trabajadores y todos los partidarios de los derechos democráticos tanto en los Estados Unidos como a nivel internacional deben exigir que el gobierno de Obama rechace la legitimidad del gobierno golpista y de las elecciones del 29 de noviembre. Ya los gobiernos de Brasil y Argentina han anunciado que no reconocerán los resultados de los comicios hondureños. Esta debe ser la postura del gobierno norteamericano.


Richard Trumka, el presidente de la federación sindical norteamericana AFL-CIO envió una carta el 13 de noviembre a Hillary Clinton, Secretaria de Estado de EE.UU. en la que escribe lo siguiente:


"Nuestra posición sobre la crisis ha sido elaborada en consulta con el movimiento sindical hondureño, que se opone tajantemente al golpe de estado del 28 de junio, a la continuación del régimen de facto, y a las elecciones próximas organizadas por el régimen de Micheletti. ... El clima político actual en Honduras, con la presencia de un gobierno ilegítimo en el poder, hace que la realización de elecciones libres, justas y abiertas sea imposible".


Pedimos a tod at s l at s trabajadores/as y a sus organizaciones --y a todos los defensores de los derechos democráticos-- que exiijan que la administración Obama rechace públicamente tanto la legitimidad de las elecciones del 29 de noviembre en Honduras como la legitimidad del gobierno que emanará de estas elecciones fraudulentas.

Saludos fraternos,


Rodrigo Ibarra y Alan Benjamin
Co-Redactores
El Organizador


      
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